Sandra García: “El traje de corto es un traje de conservación, no de evolución”

Una indumentaria que sigue un protocolo estilístico muy definido

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photo_camera Foto de Ramón Azañon

Vestir de corto es un arte. Muchos conocen la vestimenta pero pocos dominan a la perfección los códigos estilísticos de este vestuario ancestral. Sandra García es una de ellas. No es de extrañar, viniendo de una familia que ha respirado la sastrería desde la cuna.

Tras su firma, La Doma de Sandra, ha vestido a los más consolidados jinetes del mundo ecuestre: “La mayoría de jinetes profesionales de doma vaquera los visto yo”. Y aquí, suenan algunos nombres como José Ramón Pérez ‘Chamo’, Rafael Arcos, José Miguel Valero o José Manuel Cruz Lorenzo.

Su sastrería es clásica y conservadora, una filosofía que puede condensarse en pocas palabras: “El traje de corto no es un traje de evolución, es un traje de conservación”. Y es que, a diferencia del traje de flamenca, se trata de una indumentaria para recuperar, conservar y cuyo clasicismo ha de mantenerse a lo largo de la historia: “Aquí no vale innovar, tiene un protocolo, una ley que hay que conservar.”

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José Ramón Pérez ‘Chamo’ con traje y estilismo de Sandra García (La Doma de Sandra)

Sin embargo, la diseñadora reconoce rescatar cada temporada algo antiguo que brinde un aire renovado a la perennidad de los códigos del traje. La temporada pasada apostó por introducir las chaquetillas de pana, y este año han sido las de terciopelo. También han recuperado los cuellos, “que se habían perdido muchísimo”, apunta.

 

Las prendas imprescindibles del traje de corto

La chaquetilla, con su chalequillo irán sobre la camisa, “blanca siempre, no valen de colores o rayas”, que debe ir abrochada siempre por el primer y último botón. Otros elementos importantes son los tirantes, el fajín y las calzonas, cuyo largo debe dejar al descubierto el tobillo del jinete, “a tres o cuatro dedos por encima del tobillo como mínimo” para poder trabajar las ayudas en el estribo.

Dependiendo de las calzonas que se lleven (de vuelta o de cairel) se complementará con un calzado determinado. Para calzonas de vuelta, estas siempre van con zahones, con botos, espuelas y correillas color avellana. Si se lleva calzona de cairel, se combinará con zapatos y polainas, junto con espuelas y correillas blancas.

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Calzonas de raya que dejan al descubierto el tobillo del jinete para poder trabajar las ayudas en el estribo

Si se quiere agregar un toque final, otros accesorios que podemos sumar al conjunto es el reloj de bolsillo y los gemelos. El reloj de bolsillo va agarrado al segundo o tercer botón y se colocará indistintamente en el bolsillo izquierdo o derecho del chalequillo. Los gemelos, precisan que los puños de las camisas sean cortos y dejen libres las muñecas.

“El traje completo está en desuso”

En el imaginario de muchos, el traje de corto está compuesto por dos piezas del mismo tono, una apuesta estética que ha imperado durante décadas. Sin embargo,“el traje completo está en desuso”, concede Sandra. Hoy en día, la clave pasa por jugar con una gama de colores permitida (entre ellos, azules, grises, negros, blanco, hueso, marrones y verdes) y con tejidos protocolarios (como el ojo de perdiz, Príncipe de Gales, pata de gallo, terciopelo, pana y ante).

Con dicha gama de colores sobrios, podremos yuxtaponer distintos tonos de chaquetilla y pantalones, “siempre que haya una armonización de colores”. Por ejemplo, se debe evitar conjuntar un pantalón oscuro con una chaqueta oscura. En resumidas cuentas, siempre se debe llevar una chaqueta clara con el pantalón oscuro, o la chaqueta más oscura y el pantalón más claro.

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Bernardo Hernández Ortiz vestido por La doma de Sandra y "Premio Elegancia a caballo en el campeonato de España Doma Vaquera 2018"

Y si hablamos de la calzona tradicional de raya campera, esta conjunta con todo tipo de chaquetas, “independientemente del color y el tejido”.

De quitarse el sombrero

Para “coronar” el traje de corto, el sombrero juega un papel fundamental. No está exento de cierto protocolo. El sombrero no tiene por qué ir a juego con el traje, por lo que si el traje es azul, el sombrero no tiene por qué serlo.

Ante la duda, el sombrero gris plata suele ser un acierto seguro como fondo de armario: “es el sombrero clásico y combina con todos los trajes”. Además del gris, el color tabaco y el manila están también de moda, junto con el negro, con gran presencia en las últimas ferias de abril.

¿Cómo debe colocarse? El sombrero siempre debe estar ligeramente inclinado hacia una ceja. Los hombres deben inclinarlo hacia el lado derecho, y las mujeres hacia el izquierdo.

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José Miguel Valero vestido con chaqueta gris claro a juego con su chalequillo y sombrero

El papel de los zahones en la vestimenta del jinete

El zahón es una pieza protectora que se utilizaba antaño en las labores de campo para evitar que se mancharan las calzonas y evitar arañazos en las faenas con el ganado.

Hoy, esta prenda de piel continúa formando parte de la indumentaria del jinete de forma menos utilitaria, pero reforzando la autenticidad estética vaquera.

Picados y lisos, el zahón debe ir bien ceñido a la cintura del jinete. La única regla para ponérselo es que el calzón sea de vuelta, aunque también se puede llevar con una calzona de cairel accesorizada con botones (no caireles). Para rematar, el zahón también se llevará con botas, nunca con polainas.