AMAyT y SEO confían en que se reactive la causa judicial en la que se investigaron supuestas infracciones sin sanción, mientras WWF reclama que se "repiense" la gestión del parque natural
N. Acedo
El lienzo sobre el que la Guardia Civil dibujó la llamada “Operación Zacayón” incluyó una hilera de declaraciones de agentes de medio ambiente en la que se dejó constancia de que sus propuestas sancionadoras por presuntos usos irregulares del agua en el espacio natural de Doñana, la entrada en él de ganado privado o la existencia de ciertas construcciones sin autorización en fincas que se detallaron, entre otras cuestiones, cayeron en saco roto. La causa llegó a contar con siete investigados y, según trasladan a este diario personas que han tenido acceso al sumario, en él se pueden rastrear los nombres de empresas, de entidades como hermandades rocieras o incluso de “algunos particulares” a los que se habría “favorecido” en el sentido de que se les permitió acumular expedientes de denuncias sin consecuencias, ya que supuestamente no se tramitaban. Con todo, el juzgado de La Palma que ovilló el proceso optó por el archivo al entender que la perpetración del delito no estaba “debidamente justificada”. Entonces tanto la Asociación Mediterránea Anticorrupción y por la Transparencia (AMAyT) como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) recurrieron el carpetazo confiando en la reapertura. Si bien, tras un sopor de meses, siguen a la espera.
Desde AMAyT confirman que “el juez archivó sin más”, tras “tomar cuatro declaraciones” y después de unos “dos años de investigación con la Guardia Civil y de miles de folios”. Creen que la causa “afecta a trabajadores” y no se quiso “abrir la caja de Pandora”.
WWF no se personó en el proceso cuando se abrieron las diligencias previas debido a “una discrepancia jurídica con su señoría”, según explica Juanjo Carmona, su coordinador para el espacio natural. Al ser conocedores del archivo y como no habían participado en los interrogatorios decidieron “esperar a que se resolvieran los recursos”. “Será importante”, anota “saber qué hace la Fiscalía de Huelva -según fuentes del caso, podría sumarse al ala que busca la reactivación-.
“Manteniendo la presunción de inocencia de los implicados en el asunto, es un tema que preocupa”, admite Carmona, si bien matiza que convendría “discernir de todo lo que haya qué cuestiones pueden ser penales” y qué ha de quedarse en el ámbito de lo contencioso-administrativo o incluso en el de “la responsabilidad personal de los puestos designados por la Junta”. El portavoz de WWF apunta que temas como el del ganado, que avivan polvaredas con raíces lejanas, se han “discutido a nivel técnico”, en las reuniones del Consejo de Participación del parque. “El espacio natural está creado para un objetivo principal, conservar los valores de Doñana, y las actividades tradicionales o complementarias -agrícolas o ganaderas- pueden realizarse siempre y cuando lo complementen”, defiende. En ese sentido hilvana que “no tiene mucha lógica” el que “partidas económicas muy altas acaben en determinado tipo" de actuaciones "tradicionales”, mientras “siempre falta dinero” para la investigación, por ejemplo.
Panorama mejorable
Carmona reclama de las administraciones un “ejercicio de transparencia” para “contar qué ha ocurrido” y, a partir de ahí, conocer “qué líneas de actuación se van a llevar a cabo en el futuro”. Más allá de la “Operación Zacayón”, lamenta que el espacio natural no viva “su mejor momento” con unas marismas que “llevan dos años prácticamente secas” y aves que “tienen que acabar yendo a sistemas artificiales, humanizados, como pueden ser los arrozales”. A su juicio, “ha llegado el momento de repensar cómo se gestiona el sistema global de Doñana, no sólo el espacio natural”. Tiene claro que en la actualidad no se puede “presumir de una buena gestión”. “Estamos condenados por la Unión Europea en dos procesos, Unesco nos vigila y temas como éstos -los plasmados en “Zacayón”- acaban en un juzgado penal”, enumera y remata: “Todo ello unido a que se han ido cercenando las aguas a Doñana desde los 70 y a que no se puede dar regadíos nuevos en la cuenca del Guadiamar” cuando el enclave “está seco”.
El portavoz de WWF insiste en que “hay que darle una vuelta a la gestión del espacio natural para mejorarla” y aboga por aunar “la voluntad de todos, el Estado, la Junta y los agentes” que están “en el día a día y en la calidad de Doñana”, abrocha.